La respuesta a la pregunta que pone título a este artículo es SÍ. ¡Un momento! ¿Me estás diciendo que podemos crear un nuevo cerebro? Ahí es donde el asunto se complica. El portal The Verge hizo una breve recopilación sobre algunas de las técnicas que ya se aplican hoy en día para potenciar y/o atender algunas de las habilidades, limitaciones y complicaciones que ofrece y que debe enfrentar nuestro órgano más importante.
¿Cómo logran los investigadores manejar o alterar el cerebro humano? Pues mediante avanzadas técnicas neurológicas que alteran directamente los patrones eléctricos del cerebro, siendo capaces de tratar convulsiones y corregir trastornos del movimiento. Algunos médicos incluso están experimentando con el uso que para tratar la depresión. Sin embargo, la pregunta que se plantea The Verge va más allá, si es posible alterar el cerebro para corregir estas condiciones ¿Se podrá también potenciar o corregir las propiedades mentales más fundamentales como la capacidad de atención? Las técnicas que mostramos a continuación, aunque se encuentran en una fase muy temprana, ya son motivo de investigación por parte de diferentes proyectos que tienen el objetivo de dar a la humanidad un mayor control sobre el funcionamiento interno del cerebro.
100.000 personas ya están viviendo con implantes neurales
La tecnología más prometedora, la estimulación cerebral profunda, ya está en uso en todo el mundo para tratar los síntomas de la distonía y del Parkinson utilizando un solo cable implantado quirúrgicamente en el cerebro. Los mismos dispositivos también pueden combatir el dolor de espalda dejando caer el cable en la parte derecha de la columna vertebral. Es un método comprobado, incluso si las aplicaciones actuales son limitados.
Usted puede no necesitar cirugía 
Otro método es la simulación transcraneal, que se aplica haciendo pasar corriente al cerebro desde fuera del cuero cabelludo. Las investigaciones muestran que aumenta la memoria y la concentración del paciente, pero que tiene como ‘efectos secundarios’ un peor rendimiento en tareas automáticas como la escritura.
Los efectos se pueden activar y desactivar, como encender un interruptor
Cambiamos nuestra neuroquímica todo el tiempo, ya sea con medicamentos, hormonas naturales o drogas como el alcohol y la cafeína. Pero la intervención eléctrica es diferente, en parte porque se puede encender y apagar tan fácilmente. Eso significa que en un futuro podrías encender el estimulador de mejora de atención apenas el tiempo suficiente para terminar el estudio para un examen final. Esto, siempre y cuando llegue el momento en que sepamos mucho más cómo funciona nuestro cerebro. Pero no parece ser un futuro muy lejano.
Info e imágenes tomadas de The Verge